- Paola Girau (Veterinaria)
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Llegado el buen tiempo, vamos a tratar uno de los temas que más frecuentemente se tratan en la clínica diaria, sobretodo en la zona de la Cuenca Mediterránea.
A menudo oímos hablar de la “enfermedad de la picadura del mosquito”, llamada desde el punto de vista médico Leishmaniosis.
El boca a boca es útil en numerosas ocasiones, pero en el caso de las enfermedades o tratamientos muchas veces, ¡dan lugar a dudas o confusión!
Así que intentaremos explicarles de forma breve y coloquial de que se trata, y aclarar algunas dudas.
Dicha enfermedad, está causada por el protozoo del género Leishmania, y se transmite mediante la picadura del mosquito Phlebotomus hembra afectado, contagiando así a los perr@s que pica.
Nuestros pelud@s con Leishmaniosis pueden mostrar alguno de estos síntomas: lesiones en la piel (sobre todo en ojos y pabellones auriculares), sangrado de la nariz (epistaxis), cojera (artritis), estado de desnutrición (anorexia-caquexia), debilidad (letargia), mucosas pálidas, fiebre.
Muchos de estos síntomas pertenecen a la forma cutánea o mucocutánea, pero existe también la forma visceral, en la cual puede pasar más inadvertido al propietario que su perr@ tiene una afección. Pudiendo afectar la misma a los riñones, al hígado, o a otros órganos vitales.
Por ello desde nuestro blog os sugerimos que realicéis test, analíticas o chequeos a vuestras mascotas de forma rutinaria, de la misma forma que nosotros lo hacemos. En animales jóvenes de forma anual y en animales considerados seniors (a partir de los 7 años), más recomendable cada 6 meses.
Si observáis alguno de los síntomas mencionados anteriormente, es recomendable ir al veterinario, el cual podrá hacerle un test rápido o analítica. Siempre es mejor prevenir que curar y más en casos como el que nos ocupa hoy. En el caso de que nuestro perrit@ tuviese Leishmaniosis, también es mucho mejor tratarla cuanto antes y que haya afectado a las menos zonas posibles, un diagnóstico temprano es fundamental para ello!
Por último y no menos importante os detallamos los métodos más eficaces para evitar que nuestro perr@ se infecte.
Como hemos mencionado antes, la Leishmania se transmite por la picadura de un mosquito, por tanto es fundamental evitar o repeler al mismo. Para ello una de las cosas a tener en cuenta es intentar no sacar a nuestras mascotas al amanecer y al anochecer sobretodo en épocas de mucha humedad y en zonas endémicas, evitar que se acumule agua (agua estancada) en macetas o recipientes de nuestras terrazas, y sobretodo proteger a nuestro perr@ con repelentes, que viene en las pipetas, spots y collares, que podemos adquirir en tiendas especializadas.
Además existe la vacuna para la Leishmania, con una eficacia probada del 72%, evitando 4 veces las posibilidades de que el animal se infecte. Es una vacuna de revacunación anual.
También existen productos que estimulan la producción de defensas y que se pueden dar de 2 a 3 veces al año.
En realidad ninguno de estos métodos son incompatibles, es más lo ideal sería la combinación de todos, es decir, para prevenir que nuestro perr@ se infecte de Leishmaniosis, un plan ideal sería:
Ponerle una pipeta mensual o un collar para repeler los mosquitos, evitando salir a las horas de más tránsito de los mismos y las zonas con aguas estancadas, vacunarl@ una vez al año, y suministrarle un tratamiento para aumentar sus defensas de 2 a 3 veces al año.
En resumen, el mejor sistema para luchar contra esta enfermedad, para nosotros, es la prevención. Por ello, aconsejamos lo mencionado anteriormente en el artículo.
¡Un fuerte abrazo a tod@s!
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